Inicié el recorrido ascendiendo por la sierra de Barcia hasta Concilleiro, un pueblo semiabandonado con tres casas y una capilla (ésta bien conservada). Tiempo atrás este lugar era conocido como la señal que determinaba la proximidad de Luarca para la gente que tras horas (y a veces días) llegaba caminando o a lomos de un caballo por las montañas.
Desde Concilleiro podían disfrutar de un descanso, antes de bajar a la villa, en una pequeña posada y alimentarse a la vez en una cantina situada justo en frente.
Tras una pequeña parada, continué la ruta por "El camino de misa" dirección Ambasvías para desde allí descender hasta Argumoso por pistas cerradas y con multitud de árboles tirados.
Desde lo más alto de la sierra pude disfrutar de unas imágenes impresionantes.
La bruma del mar inició su intrusión en las alturas para crear por sí sola otro mar paralelo al nivel de las montañas.
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